La vivienda basa su concepción en una fluida relación entre el interior y el exterior manteniendo la privacidad de los usuarios.
Mediante un sistema de patios interiores-exteriores repartidos por el perímetro de la vivienda se consigue un control total de la iluminación natural y de la ventilación cruzada.

Las celosías de madera que protegen los patios de las vistas exteriores dan uniformidad al conjunto y le otorgan a la vivienda un carácter mediterráneo, reforzado por el revestimiento continuo de la fachada, en estuco de cal blanco.
La planta de sótano refuerza su característica de ser “parte del terreno” mediante el empleo de un encofrado de cañas sobre los muros de hormigón y de muros de piedra proveniente de una cantera local.

La vivienda dispone de un sistema de recogida y tratamiento de las aguas pluviales destinado al riego del jardín y llenado de la piscina y un mecanismo para el calentamiento del agua de la piscina sin consumo de energía, lo que hace de esta vivienda un ejemplo de arquitectura sostenible.