La reforma integral y ampliación de esta vivienda comienza por el exterior, trabajando la urbanización de la parcela como primer paso hacia su transformación.

El antiguo cerramiento perimetral de ladrillo se sustituye por una celosía que, junto a dos pilares de piedra y una cubierta metálica conforman el nuevo acceso, redefiniendo los límites de la parcela y mejorando las condiciones de privacidad y accesibilidad.

La piscina existente se amplía y se incorpora una nueva zona de descanso próxima bajo una pérgola con techo de bambú, generando un espacio exterior acogedor y preparado para el uso cotidiano.

Esta primera fase de la reforma integral y ampliación sienta las bases de una intervención más amplia, orientada a integrar arquitectura, paisaje y formas de habitar.